Forma parte del protocolo: hay que entregar la copia de proyección y realizar las pruebas pertinentes. Pero cuando se hace en un entorno como el de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando siempre hay cierta excitación por ver cómo resultará todo. Afortundamente, gracias a las habilidades técnicas de Héctor y a la cordialidad de Javier Blas todo ha salido a la perfección.
El documental se ve muy bien, pero se escucha fenomenal, que es lo que realmente importa en un musical. A partir de este momento comienza la cuenta atrás para otro día de buena música en una institución que nos ha apoyado sin fisuras desde el primer día.