Este año tuve la fortuna de ser invitado a la gala de 37 edición de los Premios Goya, organizada por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, y celebrada el pasado sábado 11 de febrero en el Palacio de Congresos y exposiciones de Sevilla. Un fin de semana inolvidable que me dio la oportunidad de estrechar vínculos con compañeros académicos, realizar estimables contactos profesionales y tomar la temperatura de la industria nacional en un año que, todos coinciden, ha tenido una excelente cosecha de películas españolas.
Además tuve la tremenda suerte de conincidir con compositores con los que trabajo habitualmente y a los que aprecio: Pablo Miyar y Alejandro Román acudieron en calidad de académicos de cine en la especialidad de música. Por su parte, Juan José Solana lo hizo en función de su papel como Presidente de Fundación SGAE. En el viaje me acompalaba María José Gómez, la productora de Es.Arte. Como no podía ser de otro modo, acabamos juntos a la hora del photocall y la fiesta posterior (muy divertida, por cierto).
Agradecí volver a encontrarme con mis compañeros de la disciplina documental Sonia Tercero, Paula Palacios, Pilar Pérez Solano, Almudena Carracedo, Robert Bahar… y restablecer lazos con los académicos de Valencia: Luis Ivars, Amaparo Climent, Nuria Cidoncha… la lista es interminable y tanto en el AVE de ida como en el de vuelta se generaron relaciones interesantes, por lo que no seré exhaustivo.
El homenaje que la Academia le dedicó a Carlos Saura fue lo más destacado y memorable. Tanto por la trayectoria del director y lo que representa en la historia del cine español, su repentina desaparición un día antes de recibir el Goya de Honor, como por los cambios a los que se vio obligada la ceremonia en el último minut y que se resolvieron con enorme dignidad. Enhorabuena por la sensibilidad mostrada.
Esta es una de esas circunstancias excepcionales donde te sientes un privilegiado por ir a trabajar. Porque, aunque suene contraintuitivo, es posible que este fin de semana del año se establezcan más conexiones profesionales y humanas que en seis meses en Linkedin. Hay una sensación general de celebración que hace que todos tengamos los ojos y los oídos abiertos. Y eso, trabajando en la industria audiovisual, lo es todo.
En fin, ha sido un privilegio poder acudir a los 37 Goya. El año que viene, más y mejor.
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