66 SEMINCI

Es difícil condensar en unas líneas la experiencia de estar en Valladolid durante la semana en que se celebra la SEMINCI, el veterano y prestigioso festival de cine que viene engalanando la ciudad desde hace 66 ediciones. Valladolid vive el Festival como una fiesta grande, personalísima.

Este año, además, tras una edición en pandemia, su director Javier Angulo y las instituciones pusieron toda la carne en el asador para que el Festival fuese realmente un espectacular despliegue cinematográfico: más películas, más secciones, más colaboraciones. Siempre había algo que ver, algo que hacer, alguien con quien charlar. Esa vitalidad de la ciudad y del Festival se pudo ver en los cines (abarrotados) y en las calles adornadas. Un espectáculo simbiótico y extraordinario.

En mi caso, yo acudía desde el respeto del principiante al que avisaron de la legendaria tradición de patear el suelo cuando una película no les gusta, y la responsabilidad de proponer dos producciones seleccionadas para su estreno: el cortometraje Frugal y el largometraje documental Halffter 90 compases, ambas producidas junto a la productora vallisoletana Es.Arte

Después de una gala inaugural con buen ritmo y amenizada por Ana Morgade y Eva Marciel, no hubo tiempo para más. A la mañana siguiente estrenábamos Frugal en la sección Quercus, La primera de ellas dentro de la sección Quercus, una iniciativa de la Coordinadora de Festivales de Cine de Castilla y León (Feccyl) con el patrocinio de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, con Maite Conesa (directora de la Filmoteca regional) al frente, cuyo objetivo es dar una proyección nacional e internacional a cortometrajes realizados en la comunidad. El espaldarazo de ganar el Premio Seminici Factory con Frugal continúa en acciones como esta, tan necesarias y útiles para el verdadero desarrollo de un tejido audiovisual en la Comunidad.

La experiencia de ver el cortometraje en gran pantalla y en una sala llena de público es hermosa e inolvidable, no voy a contar nada nuevo a estas alturas. Pero más aún lo es reunirse de nuevo con un equipo de rodaje con el que hubo un compromiso absoluto para hacer el mejor trabajo posible dentro de las circunstancias, sumando. Parecerá lo natural, pero cualquiera que haya estado en un rodaje sabe que no lo es. Gracias Alfon Arranz, Mj Gomez Perez, Alba Frechilla, Beatriz Pagés, Antonio Cárdenes Alonso, Sofía Corral, Raquel Fernandez, Alex Rostotsky, Lucía Lobato, Merlin Siglo Veintiuno, Marta Ruiz de Viñaspre, Gabor Mark Ladiszlai, Alba Tardón y un millón de personas más por hacer mi vida mejor. 

Frugal pudo verse un día después en la gala del cine y el audiovisual de Castilla y León en el Teatro Zorrilla, un evento donde se entregó la Espiga de Honor al veterano y admirado Emilio Gutiérrez Caba, arropado de amigos como Mercedes Sampietro o Enrique Gabriel. Fue un honor formar parte de ese día tan dichoso.

Tal era el frenesí de pases y estrenos, que apenas dos horas más tarde se estrenaba en los cines Broadway el largometraje Halffter 90 compases, que competía en la sección Doc.España. El hecho de estar en sección competitiva era menor en comparación con la enorme responsabilidad de honrar la figura de Cristóbal Halffter, especialmente porque al pase acudieron sus dos hijos varones Alonso y Pedro acompañados de sus respectivas esposas.

Pedro Halftter tuvo la amabilidad de hacer una breve presentación glosando la figura de su padre y destacando la imprescindible presencia de su madre Marita como figura pivotal de la familia. Creo que salieron sinceramente conmovidos y agradecidos por la película, y eso es todo lo que podíamos pedir. Nos dijeron que de las tres producciones que se habían realizado sobre su padre, esta era la mejor y la más sincera. Una vez obtienes el visto bueno de los hijos del tristemente fallecido compositor, cualquier otra circunstancia deviene en irrelevante.

Halffter 90 compases volvió a verse en un segundo pase días más tarde, pero eso no redujo la actividad a la que estábamos agendados: entrevistas en televisión y radio, encuentro con distribuidores, mucho cine por ver, gala de entrega de espigas de oro, comida de invitados… inabarcable e intenso programa con el que disfrutamos y acabamos agotados a partes iguales. Regresar a Madrid supuso un esfuerzo después de probar la gastronomía pucelana y los caldos de la tierra. Por supuesto, no regresé de vacío y me llevé algunos manjares locales.

Gracias a SEMINCI por tenernos; a su director Javier Angulo; a Javier Ortega, Consejero de Cultura de Castilla y León y a Raúl Fernández Sobrino, viceconsejero de Cultura, por escuchar nuestras propuestas e ideas y acudir a la proyección de nuestros trabajos; a las instituciones que han apoyado las dos producciones presentadas; gracias a nuestragente de comunicación (formidable trabajo de Arancha Jiménez Gutiérrez, y Marta Juste y Piluca Burgos desde Valor Creativo) . Hay un larguísimo etcétera que siempre se tiene que quedar fuera. Para mí ha sido una experiencia inolvidable y quién sabe si irrepetible, pero la pienso guardar viva en la memoriay en el agradecimiento. En fin: gracias, Valladolid.

Para más información, podéis revisar más reacciones y declaraciones en la SECCIÓN DE PRENSA 2021

 

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