Feliz 2018 a todos!
Finalmente puedo hablar de un proyecto «secreto» que estuve realizando en Diciembre. Nada menos que implicarme en labores de producción para el Cuento de Navidad que Manuel Bartual (@manuelbartual) ha estado desarrollando para Twitter. Una verdadera aventura que ha sido doblemente satisfactoria por poder realizarla con amigos.
Que vaya por delante que lo que ha hecho Bartual este pasado 2017 me parece una barbaridad. Él solo ha redefinido las capacidades de una plataforma como Twitter, ensanchando sus límites y generando tal ruido mediático que ha eclipsado en ocasiones las aportaciones narrativas y formales que ha inttoducido de un modo aparentemente casual, pero que en este último hilo han explotado en un ejercicio de recursos casi ilimitado. Estoy convencido de que esos aportes se van a valorar y a estudiar en escuelas de negocios y talleres de narrativa a partes iguales. Ya lo he dicho. A veces los árboles no nos dejan ver el bosque.
Y puedo afirmar que el rodaje en sí ha sido toda una aventura. Manuel tenía muy claro y definido el guión de la historia, pero como en toda producción han surgido imprevistos de todo tipo, a cual más divertido (ahora que ya han pasado). Desde quedarnos atrapados en una gasolinera en medio de la meseta de madrugada hasta conducir un Mustang GT cedido por Ford para recoger al actor Berto Romero para un rodaje bajo cero, las situaciones se han sucedido desde lo hilarante hasta lo puramente profesional. Un aprendizaje con un balance muy positivo.
¿Qué tipo de recursos de producción se realizan en este tipo de trabajos? Como viene siendo normal en nuestro país, especialmente en producciones pequeñas, un poco de todo, Desde el scouting de localizaciones para escenas, hasta la realización de fotografías para la continuidad de la historia, pasando por tomas de vídeo, revisión y monitoreo de tomas, etc. Ilustrando este artículo vienen algunos ejemplos básicos.
Para el vídeo conté con mi Lumix G80 con objetivo 12-60 que tantas alegrías me ha dado. En un momento determinado necesitamos fotos con un aspecto de «robado» para las que utilicé mi Olympus Zuiko 85-250mm, que proporcionó esos colores cinematográficos y esa profundidad de campo tan características. No faltaron las fotografías con el móvil, las tomas de pantalla sobre un telefonillo con cámara incorporada, etc. Cualquier recurso es bueno para hacer avanzar una historia.
Os dejo con el cartel final de esta historia obra de David López. Lo dicho, ha sido un gustazo colaborar y espero que podamos meternos en «problemas» como estos en el futuro. Mi agradecimiento a todas las personas con las que he tratado estas semanas: Manuel Bartual, Alba Diethelm, Emilio Pila, Berto Romero, Pepón Fuentes, Xavi Tolosa, Miguel Campos, Paco Alcázar y Alejandro Pérez. Abrazotes y que el año que comienza pueda ser tan interesante como el que acabamos de cerrar. O más